Relato breve de una ruta en bici desde Tres Cantos a La Granja
Una aventurilla cercana. Un viaje en bici de cuatro días por caminos de todo tipo, noches de vivac, bosques, ríos y montañas. Lo mejor, el privilegio de hacerlo una parte con mi hijo David y otra parte disfrutando la soledad.
Esta es la ruta, aproximada. Algunas partes son poco ciclables, sobre todo cuesta arriba y con alforjas. Mejor no intentes subir el Puerto del Reventón, que por algo se llama así…
Empezando, hacia Colmenar. Nuestra ruta sigue en buena medida el Camino de Santiago
Bajada al camino que sigue la vía de tren a partir de Colmenar. Está en mal estado por la ampliación hasta Soto. Ejemplo de que muchas veces hay que echar pie a tierra, la bici eléctrica no es una moto de trial, aunque me cueste asumirlo a veces.
Cruzando la M 607 a la altura de Colmenar Viejo. El sol se pone por un destino de paso, el puerto de la Fuenfría.
Camino bordeando el embalse de Manzanares
Subida hacia Navacerrada, paralelos a la carretera. Al fondo, la Maliciosa
Paradas imprescindibles para reponer voltios y músculos.
Primera madrugada. Vivac cerca de Manzanares. Agradecemos a las orquestas y DJs locales la musiquilla de fondo.
La maraña de caminos exige orientación constante. Vale la pena una preparación previa, que ahorra tiempo en la ruta.
El camino se angosta, se cubre de piedras, de arena, se encierra entre vegetación, cambia continuamente.
Bajada desde Fuenfría, pinares de Revenga, La Acebeda, Casa Eraso… lugares conocidos de sobra, pero en bici tienen otro sabor.
VIAJE DE VUELTA
Me animé a experimentar la subida por el Puerto del Reventón, alguien en Wikiloc decía que la había hecho, pero no miré mucho los detalles, error…
Fuente y chozo del Infante. Se puede dormir y hay una fuente que mana todo el año .
Hasta aquí, el camino estaba estupendo.
Una señal del cielo parecía que iluminaba el camino. O un bonito atardecer simplemente.
El camino se va complicando a medida que se sube. Casi todo el final hay que hacerlo andando.
Anochece sobre Segovia, una suerte vivir esta experiencia.
Vivac a punto de llegar al Puerto, una buena decisión, ante la perspectiva -cumplida- de lluvias.
La bajada desde el Reventón por el lado Madrileño es mucho mejor, con pista casi todo el rato.
Pasado Rascafría empieza la subida Morcuera, en un bosque continuo de robles y luego pinos y una buena pista. A la derecha, perspectiva poco usual de Peñalara y Claveles.
Parada para baño y descanso.
El resto es conocido: Bajada desde Morcuera por el camino de la Nieve (otro error, está fatal y ni se debería ir en bici), … todo parecía fácil y me vine un poco arriba. Se me ocurrió ir por el camino desde Soto a Tres Cantos por el Cerro de San Pedro. ¡Error!, y eso que ya conocía (pero no recordaba) lo mal que está ese camino y lo duro que es.
Llegada a Tres Cantos, sin batería, sin fuerzas. Una matada, pero una experiencia muy bonita.
Relato de una aventurilla ciclista con mi amigo Jesús Peña, del 6 al 10 de junio de 2024. Dedicado al otro amigo que no pudo venir, Juan Jesús. Y a Javi y Mariajo, los anfitriones de San Martín.
Planificando con Apps…
Usamos Kommot para la planificación general. Pero a veces nos metió por caminos imposibles en la montaña o evitaba carreteras que hubieran acortado bastante. Si le pones bici de montaña te hace estas cosas, supongo que si seleccionas gravel o carretera te lleva por sitios más fáciles. GMaps es más conservadora en caminos normales, en general. Lo más fiable es buscar una ruta en wikiloc que alguien haya hecho de verdad y ver sus comentarios. Esta opción es muy trabajosa, pero puede aplicarse en tramos dudosos, como pasos por picachus.
Ruta de ida: Palencia San Martín de Hoyos
El principio de la ruta sigue el Canal de Castilla, la mayor obra de ingeniería del S. XVIII en España. Se construyó para ahorrar tiempo y costes de transporte del trigo y lana de Castilla hacia Europa por el puerto de Santander. Los presos hacían trabajos forzados, aun quedan cárceles a lo largo de la ruta.
Aunque no tuvo muchos años de servicio por los retrasos y la llegada del ferrocarril, aun hoy en día sirve para irrigación de la Tierra de Campos y la generación de electricidad y, desde luego para atraer turistas.
El paisaje del canal es de chopos, sauces, olmos y carrizales. A los lados, todas los cultivos que Jesús distingue bien: trigo, cebada, centeno…. El canal y las orillas estaban blancas del «algodón» que envuelve las semillas Muy bonito pero se hace algo monótono. El firme es de arena y piedras, a veces demasiadas piedras. Al poder circular por las dos orillas puedes elegir la más sombreada y la de mejor firme.
Hay dos centros de interpretación: en Alar del Rey y en Herrera de Pisuerga. Al final son carteles y alguna maqueta, pero merecen la pena.
El agua cayendo por las compuertas y canales hipnotiza por su cantidad y su estruendo.
Llevad bastante agua, sobre todo si hace calor. No hay fuentes en el camino, salvo que te desvíes a los pueblos.
Puente-acueducto ¿cómo te quedas?
Al llegar a la montaña, comienzan los encinares y robledales y también las cuestas. Aquí las «chispas» comienzan a amortizarse… También la navegación es más complicada y hay que mirar frecuentemente el móvil.
Entre Villela y Mave, el Kommot nos metió por el monte en caminos llenos de baches y cuestazas, una paliza. Y de Mave a Aguilar nos intentó meter por el Cañón de la Horadada eso ya fue imposible. El camino natural atraviesa una central eléctrica abandonada, pero con verja y perro. Eso sí, precioso el lugar. Al final tuvimos que ir un tramo por la carretera. La recompensa fue visitar la iglesia rupestre de Olleros y Santa María de Mave.
De Aguilar y ya con el tiempo en contra y la tormenta acechando, subimos a Menaza, nombre adecuado para la A-Menaza cumplida y nos pilló la tormentaza. Dentro de lo que cabe, tuvimos suerte de encontrar un techo e incluso un lugar para recargar la batería que estaba ya en rojo. Como teníamos prisa, seguimos en cuanto parecía que escampaba. Error, nos volvió a pillar y llegamos empapados y fríos a Mataporquera. Ya estaba atardeciendo, aun nos quedaban unos 40 min y Javi nos ofreció recogernos. No pudimos negarnos.
En Mataporquera, que debería ser mataciclistas, empapados y cansados.
Una cena caliente, amigos, ropa secam ducha y camita. Un auténtico oasis de descanso durante dos días.
Ruta de vuelta: San Martín de Hoyos a Aguilar de Campoo
Escarmentados de la epopeya de la ida y para estar más tiempo con los amigos en San Martin, cambiamos el plan inicial que era llegar a Burgos. Cambiamos los billetes, muy barato, unos 24 + 6 € del cambio.
Salimos de San Martín sobre las 17h, hasta el collado de Somahoz, pasando por Brañosera, el primer Ayuntamiento de España!. De aquí a Barruelo de Santullán fuimos por el Sendero de la Pedrosa, un bosque de robles, hayas y avellanos espectacular. Un poco extremo en alguna parte, pero posible.
Vimos varias iglesias románicas al paso, resaltamos la de Revilla de Santullán, San Conelio y San Cipriano. Parece que tallaron la portada ayer. La pena es que estaba cerrada. Para la próxima…
Los últimos kilómetros van por carril bici y cuesta abajo. No nos vino mal ese descanso y esa velocidad porque de nuevo nos habíamos complicado bastante. Llegamos a Aguilar de Campoo con el tiempo justillo para buscar «alojamiento» y cenar. A la mañana siguiente, visita en bici por Aguilar, bonita e interesante.
No sólo de bici vive el cicloturista
Esta ruta tiene muchos atractivos: esclusas y edificaciones del Canal, el dolmen de Osorno, iglesias románicas para aburrir, casas llenas de flores, un par de centros de interpretación, herrera y en especial Aguilar de Campoo, ríos para bañarse, lugares perfectos de siesta…. No cuentes solo el tiempo de la bici.
Revilla de Santullán, las arquivoltas parecen hechas con impresión 3D hace dos días.
Otros tesoritos de la ruta. Casas floridas
La organización siempre pone las típicas ovejitas para dar el toque rural
Iglesia rupestre de Olleros. Imprescindible
Aquí el Peña, inventando la cerveza con tapa de San Martín de Frómista
Un candadito viene bien para visitar las iglesias con tranquilidad
Vivacs
Es el punto de aventura extra, que también da mucha flexibilidad y añade bastante logística. Primero buscas el lugar, luego vas a cenar (y cargar baterías) y, antes de que sea de noche, vuelves para montar todo, por lo que no puede estar muy lejos. Por esa zona tampoco hay muchos sitos para cenar, asi que debes programar un poco esta parte o cenarás unas barritas. Siempre es más agradable viendo las estrellas, pero si tienes la seguridad de que no va a llover…
El primer vivac fue en Osorno, donde hay muchas opciones en parques urbanos. Pero nos despertó una ligera lluvia a las 5 a.m. (cocido perdido dije: ¡vamos al coche!) . Cuatro gotas, suficientes para tener que movernos. Afortunadamente al lado había una especie de cobertizos donde el polideportivo y dormimos bastante bien.
El segundo vivac fue tras el Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo. Nos pusimos en un soportal, pegado a la Posada y el Instituto. Un sitio estupendo, pero pasó el dueño del hotel para pedirnos amablemente (y amenazarnos veladamente) que nos fuésemos a otra parte del patio exterior. En realidad, el sitio era mejor porque estaba más resguardado del viento y se vieron las estrellas. Pero a la mañana siguiente, nos miraban alucinados los alumnos y la directora también nos recordó que eso era un Instituto y «que si íbamos a quedarnos mucho…»
Personajes del camino
Son personas puestas por la organización para animar el camino y humanizar tanta bici y variar al compañero. En la soledad de los pueblos, están encantados de conversar , hay que disfrutar con esos momentos y tenerlos en cuenta para la planificación. Destacamos algunos:
El responsable de la oficina de turismo de Herrera de Pisuerga. Un tipo concienzudo y entusiasta que te cuenta hasta donde está cada cajero, mientras lamenta la decaída de su ciudad y la ocurrencia del alcalde que tiró el castillo romano para hacer una plaza de toros que solo se llenó con Marta Sánchez. El viejo ciclista que nos quería retar a subir a no se cuál picachu. La esforzada guía del museíto de Osorno, donde lo mejor son los cuadros y los dibujos. La dulce camarera del restaurante de Osorno, que nos recomendaba sus platos preferidos. La mujer del bar de malotes que se equivocó dos veces seguidas con el cambio, algo sospechoso. La guía de la espectacular iglesia rupestre de Olleros de Pisuerga, una señora tan puesta en geología como en arquitectura y celebraciones parroquiales. El experimentado ciclista rockero, viajando sin límite de tiempo ni de peso, que perdió su sábana y volvimos para dársela. El pastor marroquí, con el corderito en brazos que nos avisaba de la lluvia que llegaba. El dueño de la nave de Menaza, donde cargamos la batería durante la tormenta y que no entendía muy bien qué hacíamos por allí….
Viajar en tren con la bici
El tren da unas posibilidades enormes para moverse por la Península, pero hay que aprender. Era mi primer viaje con bici eléctrica y también con tanta combinación de trenes. Aquí damos unos consejos útiles:
Es posible: lo más importante. Cogimos cercanías, regionales, media distancia y largo recorrido.
En cercanías, sin problemas. En media distancia y regionales, pueden ir sin embalar, pero tienes que pagar la miseria de 3 €. Ojo, hay límite de 3 bicis en cada tren (teórico, si hay espacio no dicen nada). Si no tienes billete del tren pueden pedirte emablarla.
Largo recorrido (trenes modernos y rápidos): Hay que quitarle la rueda delantera, los pedales (si fuera necesario) y meterlo en una bolsa, lo haces tú mismo en el andén. Se dejan en un espacio determinado del vagón donde está la máquina de comidas. Caben unas 3 bicis. NO hay que pagar nada.
Fíjate bien de qué estación sale (y llega) de Madrid. Si sale de P. Pío y vives en el Norte, mejor cogerlo en Villalba, yendo en cercanías.
Pese a la comodidad del tren, estos fueron los momentos más estresantes del viaje: en Paco de Lucía no correspondía la información de los carteles con el tren y ni siquiera la gente que estaba sabía bien dónde iba!. Así que perdimos un tren de cercanías a Villalba y casi perdemos el de Palencia.
A la vuelta, nos cambiaron de tren y tuvimos ¡5 minutos para embalar las bicis!
Descubriendo la Carpetania, el Norte de la Comunidad de Madrid. Por algunos de los lugares nunca había ni oído hablar, por otros he pasado decenas de veces en coche o incluso he visitado puntualmente, pero sin un tiempo y una velocidad lenta, suficiente para hacerme una idea de la maravilla que tenemos.
Este es un viaje en bicicleta, durmiendo en vivac. Sin un rumbo fijo, decidiendo en cada momento qué me apetecía hacer. En el momento perfecto de temperatura para poder dormir al raso y no sudar (demasiado) en la bici. Sin lluvia (casi….), pero el campo aún verde….
Usé una bicicleta de montaña eléctrica, lo confieso. Pero la batería permite tres cosas esenciales: no sufrir, poder arriesgarte con caminos empinados y obligarte a parar en restaurantes y bares para recargar baterías y planificar la ruta…
Hice el recorrido solo, excepto la primera mañana con mi hijo David. Me hubiera gustado que viniera todo el recorrido, pero tenía compromisos y trabajo, una pena. Sin embargo, la experiencia de viajar solo me encanta. Te hace espabilar, da tiempo a reflexionar, se aprende más y es más fácil relacionarse con la gente y no discutes con nadie. Hacer lo que te dé la real gana, como decía mi abuelo Horacio (amigos y amigas, familia… también me gusta mucho ir con vosotr@s., a veces, ¡eh!)
Saliendo de casa, limpitos, descansados…¡Comienza la aventura!
El Pico de San Pedro, lo rodeamos por el Oeste. El camino -Tres Cantos- Montejo de la Sierra-está bastante desecho y no permite bajadas rápidas. Aun queda alguna subidita fuerte hasta Soto del Real.
David arreglando desagüe para coger agua y refrescarnos. Mucho calor en ese momento.
Paradita en Miraflores, lavado y refresco en el río.
Desde Miraflores a Bustarviejo. La Cañada real se mete por una pendiente fuerte (o me perdí) y hay que hacer algún kilómetro de carretera para coger esta desviación.
Bustarviejo, pueblo «alternativo», de neo-rurales
UNa pinta de trigo de la cerveza artesana «Bailandera», que hacen en el pueblo. Una copa merecida y una excusa para recarga.
Primera noche, en la Cañada Real Segoviana, saliendo de Bustarviejo. Madrid queda muy lejos.
Antigua cárcel de presos políticos de Lozoyuela, condenados a trabajos forzados para construir el ferrocarril del Norte.
Desde Bustarviejo, salgo por la Cañada Real Segoviana, paso el puerto del Medio Celemín hasta Garganta de los Montes. Me sorprende de nuevo lo bonito y verde que está el camino. Dejé reservado en la ermita de Nuestra Señora de los Prados, para la próxima.
Puente de Matafrailes, sobre el arroyo de Canencia. Segundo bañazo.
Puente del Congosto, sobre el Lozoya
Caminos públicos cerrados. Algo bastante habitual y que dificulta la navegación.
Llegada por el Camino Natural al embalse de Lozoya, con el pueblo al fondo. En primer término, el camino que lo bordea.
Al Noreste de Lozoya, encuentras la Dehesa Umbría, antes de Navarredonda, otro descubrimiento. Miradores sobre el valle, bosque denso de robles, encinas y enhebros.
Ruta de los miradores. Navarredonda, a la izquierda.
Bajada desde Dehesa Umbría por el camino a pie, atravesando el robledal joven. La bici se portó, pero hace falta un poco de manejo.
Consecuencias de la tormentaza en plena noche. Durmiendo bajo la lluvia, toda una experiencia. Para la próxima, buscaría un techo cercano. Conviene planificar con tiempo las noches de vivac y mirar bien las predicciones.
Ratoncillo atrapado en un pilón, no esperaría su rescate. Durante el camino encontré muchos animales: corzos, serpientes de agua, lagartos, buitres, aguilillas, milanos, oropéndolas, abubillas… una alegría ver cómo se mantiene una naturaleza a pocos kilómetros de la gran ciudad.
Desayuno en «La Ventana del Valle» en El Cuadrón, único bar abierto por la zona los lunes. Un oasis de camareras encantadoras y tortilla excelente. Enchufes por todos lados… ¡perfecto!. Para otra vez, a tener en cuenta domingos noche y lunes cerrado.
Camino de Siete Iglesias a Las Navas de Buitrago. Una improvisación un poquito extrema, pero que salió bien. El que colgó el track de wikiloc debió ser Indurain.
Buitres en el Cerro Cuadrón, camino de Lozoyuela. Ya acostumbrados a los guiris, ni se inmutan.
Aquí una taba de gigantes.
Una de tantas siestas, imprescindibles para dejar pasar el calor y reponer fuerzas.
Restos de un ciclista perdido, casi le acompaño. Al fondo, la Sierra de La Cabrera.
Último amanecer, en los restos de la Iglesia visigoda de Valcamino. Ese techo tan feo me libró de la segunda tormenta…
Este camino era la vía principal desde Complutum a Somosierra. Cuesta imaginarlo tan despoblado ahora. Intenté seguirlo, pero está demasiado cerrado.
Lo que queda del Atazar. El camino de Genaro lo bordea horizontalmente hasta El Berrueco. En medio, bañito…
Camino de Santiago a su paso por Redueña. Una ruta fácil y preciosa hasta Venturada, casi horizontal en ese tramo.
El paisaje hacia el Sur por encima de Redueña, el Jarama al fondo
Una de las pocas casas del Canal aún habitadas. Una señora muy amable puede darte agua, a cambio de alabar sus flores.
Camino del Canal, atravesando la Dehesa de Moncalvillo en San Agustín de Guadalix . Otro camino fácil, precioso, cerano y… desconocido.. Al fondo, ya se ve Madrid, llego a tiempo, todo genial, pero termina la aventura, snif.
Y los «tracks»…
Bueno, los pongo porque seguro que alguna gente los quiere, pero no son muy fiables porque, lo primero es que no soy un experto en estas cosas. Además, a veces, desconectaba para ahorrar batería y otras intentaba caminos que eran «fondos de saco» (como dice Luis) y tenía que volver.
Ninguna aplicación es perfecta. Kmoot te mete por sitios imposibles, pero es buena para planificar. Wikiloc te garantiza que la ruta se ha hecho, pero a veces por un «mazas» al que no puedes imitar, además tiene que haber pasado alguien por donde quieres exactamente y escoger varias rutas de cientos publicadas. El GMaps es muy fácil, pero le falta mucha información de caminos disponibles. La solución profesional es planificar muy bien el viaje con rutas de Wikiloc, reproducirla a trozos en Komoot y usarla como guía. Un plano general en papel ayuda mucho en un viaje tan largo.
Esta es la ruta, más o menos. Falta la primera parte de Tres Cantos a Miraflores… El trozo recto por el Atazar es porque tuve que desconectar por falta de batería, pero sigue el embalse, sin pérdida.
Hoy voy de invitado de invitado (mi estatus decrece…). Un amigo del hijo de Luis nos lleva a buscar un Águila Imperial ¿la encontraremos? . Una escapadita al final de la tarde y a las puertas de la ciudad, cualquier cosa valdrá la pena.
Milano negro y urracaMilano negroLos conejos se esfuerzan en reproducirse más rápido que en ser merienda de las rapacesUn cernícalo se cierne, vlr.Milano negro posado en un cedro, que solo se explica (el árbol) por los caprichos de los jardineros de las fincas privadas.Podium de aves, oro y plata para milanos negros y bronce para algo no identificado.Milano negro sobre fondo gris.Las cuatro torres y media, tan cerca, tan lejos.El trigal a punto. Al fondo un águila imperial se esconde entre las 15.000 hectáreas del Monte del Pardo.
Seguimos con los lugares de Naturaleza singulares y cercanos. Hoy vamos a Boadilla, Jacobo quiere impresionarnos con los contrastes entre la solana del pinar y la umbría de la fresneda y lo consigue. Aunque tampoco está mal encontrar un oasis entre una plaga de unifamilares.
Contraste de pinar en solana y umbría de la fresnedaEméritosJacobo siempre tan matemático¿Dónde está Wally?Arqueología silvestreAlguien le contó a Jacobo que en España, todo lo que tiene hoja grande se come…¡cuánta hambre pasaron los abuelos!Extracción de agua para riego de fincaCabaña profesionalCardo lleno de vidaInsecto-fakirEntre cardos gigantesCaminos en la fresnedaEspecies invasorasLibélulaMariposeandoJacobo muestra la parra silvestre. Por lo visto está protegida en varios países.Como diría mi suegro, «una patulea»Río Guadarrama, precioso pero con un olor a cloaca que reducía un poco el encanto.
Esto aportó Luis para explicar el olor: viene del Edar “Guadarrama del Medio” La Cañada histórica entra desde Villanueva al río por el El puente y va por la margen W. Y existe un descanasadero en esa ribera W. (Descansadero Norte) La finca al E del recorrido (La Milanesa) incorpora “ El Palacio de Rúspuli” Cerca del arroyo donde dimos la vuelta se encuentra la “Zona Arqueológica Margen Derecha del Guadarrama” (https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1991-6423)
Saúco con sus umbrellasVolvariella bombicina (me lo sopla mi amigo Carlos Rey) aprovechan los troncos de los fresnosLa primera imagen de un águila busardo ratonero, uno de los objetivos de la ruta. La organización guardó la emoción hasta el finalEl chopo gigante despide esta entrada.otro pinzón vulgar, había muchos pero no son vulgares por eso.Pinzones muy majetes en un majuelo
Me pregunta Jacobo si voy a volver a hacerles la pelota en el blog. Pues sí, aun tienen margen para impresionarme.
Luis siempre valora mi capacidad de valorar las cosas «¡qué interesante!…» Pero esta vez lo pusieron fácil, como veréis más adelante. Y eso que era en «mi» pueblo, bueno, casi.
Todo esto vimos en una tarde, un poco deslucida por la falta de luz, nunca mejor dicho. Me quejé un poco a la organización por ese error y, a cambio, me dieron frutos secos gratis.
Cada uno en su estilo: Luis con cresta punki, Jacobo tras meter los dedos en un enchufe y Álvaro sin flequilloAcebos recuperando su presencia entre el monocultivo de pino ValsaínArándanos… sin arándanos. Por lo visto es por la pobreza del suelo y las duras condiciones.Vista de la pradera de Navalazor desde lado norte, más o menosA estos pinos tampoco parece que le siente muy bien el clima de la zona.BonsaiLos pinitos prosperan en excesoImagen típica de los pinares de Valsaín, no por clásica menos bonita.Espectacular vista desde Navalazor, al fondo Valsaín y la Atalaya detrásMás panorámicaCarbonero garrapiñas. Tengo fotos mejores de otros días, pero esta es la que tocaba.El chozo de Navalazor, se puede dormir dentro, 2-3 personas. Pero mejor que no llueva.Esta es la que montan los jabalíesFondo del valle del arroyo del Telégrafo. Hay avellanos sin avellanas. Les pasa como a los arándanos, mal sitio donde salir ¿Y cómo se reproducirán?Las tetas de la vaca o los ceniceros. Hay que tener muchas imaginación…Mirada desde Navalazor hacia Navacerrada, de nava a nava…Excrementos de jabalí. Mi zapatilla no es mucho mejor.Mojón, no me aclararon qué pintaba ahí.Musgo (seguro que tiene más apellidos)El natura- listoPinzón vulgar. Nos acompaño con sus trinos Chu-ii-uu. El día no era muy bueno para fotos, pero salió guapa esta (la foto no, el bicho es una pinzona, creo)Nido que descubrió Jacobo. Estaba lejísimos… luego dice que ve mal.El plato fuerte del día, que merece la pena aguantar a estos tres pesados una tarde (que noooo). Buitre negro y su cría escondidos.El mismo buitre y su cría, pero confiados.Plumazo! (plumón es lo pequeño, cosa rara)Botón de oro o ranúnculos nosequéDespués de décadas juntos, se siguen explicando cosas unos a otros y lo más impresionante: ¡se siguen escuchando!Otra agradable sorpresa del día, un tejo escondido entre los pinos.
No, no es una errata. Entorno es una empresa de servicios ambientales, que se creó en 1988 y que está a punto de terminar su recorrido. En todos estos años, ha sido pionera y referencia en muchos ámbitos de la Educación Ambiental.
Los tres socios, Luis, Álvaro y Jacobo han comenzado nuevas andanzas profesionales, pero les sigue uniendo la pasión por la naturaleza y los lugares históricos y cada semana visitan un lugar singular.
Yo tengo la suerte de ser invitado y disfrutar de su conocimiento y buen humor. A cambio, les pago en fotos, ya que cañas no toman (algún defecto tenían que tener…).
Sirvan estas entradas en un blog pequeño y desconocido como homenaje a esta empresa histórica y a estos personajes excepcionales.
Restos de la Guerra Civil, las pasarían canutas…Spaghetti congeladosComilona en el Refugio de La SalamancaUn rayo de solOtroLos vigilantes de la nieblaGuerrero NinjaAlcaudones congeladosEl camino pendienteCuelgamuros y la cruz de la discordiaLa marquesa de AhumadaEl okupaCaritas de azucenaDesde La Salamanca, mirando hacia SalamancaBlanco sobre fondo blancoMascarilla térmicaEl sol de media nocheJaras sorprendidas por el inviernoAcebo en conservaLa JarosaMadrid encerradoLas mascarillas protegen hasta de ventisca
Esta subida es una clásica de los Pirineos. Es el mejor punto de vista de la zona para admirar las vistas de la frontera con Francia, los «tres miles» del Norte y otros picos renombrados como el Castillo de Acher.
En verano no tiene dificultad, más allá de 1200 metros de desnivel y unas 6 horas de caminata. Vale la pena bajar por la cara norte por la variedad geológica y porque apenas pasa nadie.
Empezamos de vivac en el campamento
Vista oeste desde el collado
Colores y texturas, una lección de geología.
Detalle de los colores de las rocas
Castillo de Acher
Pirineos franceses
La expedición
Vuelo sin motor sobre la cima (así sube cualquiera…)
Los buitres preparados, por si algo se complica…
Empieza la vuelta
Arrios
Un jardín continuo de flora alpina.
El monte se despide con cariño desde el refugio de los forestales