Esta subida es una clásica de los Pirineos. Es el mejor punto de vista de la zona para admirar las vistas de la frontera con Francia, los «tres miles» del Norte y otros picos renombrados como el Castillo de Acher.
En verano no tiene dificultad, más allá de 1200 metros de desnivel y unas 6 horas de caminata. Vale la pena bajar por la cara norte por la variedad geológica y porque apenas pasa nadie.
Empezamos de vivac en el campamento
Vista oeste desde el collado
Colores y texturas, una lección de geología.
Detalle de los colores de las rocas
Castillo de Acher
Pirineos franceses
La expedición
Vuelo sin motor sobre la cima (así sube cualquiera…)
Los buitres preparados, por si algo se complica…
Empieza la vuelta
Arrios
Un jardín continuo de flora alpina.
El monte se despide con cariño desde el refugio de los forestales
Que bonita actividad. Lo subí hace unos cuantos años y tengo muy buen recuerdo de esa montaña. Enhorabuena!!!, pedazo neveros tuvisteis que cruzar.
Vaya!, no te sabía tan montañero. Entonces ya sabes lo bonita y durilla que es. Un abrazo
Vaya, Mariano, ¡le das a todo!. Gracias por el comentario. Un abrazo