Tercera publicación de la serie «Misterios resueltos».
Estábamos pasando unos días en casa* de unos amigos en Mesones (Guadalajara) y fuimos a dar un vistazo a la iglesia del Pueblo, sin ninguna expectativa ni información previa. El edificio merece una visita y tiene una historia relevante para un pueblo tan pequeño.
Rodeamos el templo por si hubiera algo interesante y mi amigo Juanja encontró este objeto en un agujero de la pared posterior:

No teníamos ni idea qué podría ser. Era de color piedra caliza y pesaba bastante. Las rayitas circulares que indicaban que era alguna cosa fabricada, no una piedra. ¿Qué podría ser? ¿Tal vez un fósil? La iglesia fue construída en el siglo XV, así que podían haber ocurrido muchas cosas ahí.
Volví a casa, la raspé un poco y apareció el color gris del plomo. Esta cosa estaba recubierta de caliza por la disolución de la piedra durante años. Al saber que era de plomo y la forma convexa de la punta ya daba muchas pistas… era una bala, sin duda. Pero una bala rara, antigua, pero no tanto como las redondas de mosquete del S. XVII, ni tampoco una bala moderna, que no tienen esas estrías. Seguí buscando imágenes de balas en internet hasta que dí con ella: es una bala «Minié». No es que sea una «e» pequeña, sino el apellido del tipo que la inventó en 1849.
Estas balas se cargaban por el cañón (avancarga) de fusiles o mosquetes. Este proyectil mejorado supuso un ahorro enorme de plomo y pólvora, pues los viejos fusiles de ánima lisa y bala redonda necesitaban unas ¡3.000! balas (no perdigones) para matar a un enemigo. Para compensar esta ineficiencia, se empleaba la bayoneta, que raramente fallaba. Con las nuevas balas, se conseguía mucha mayor precisión y alcance, además de un efecto más devastador en el cuerpo. Todo esto lo he leído en este artículo, que hay frikis para todo. Vamos, que el señor Minié debería estar en la lista de malvados de la humanidad.
Bien, ya estaba claro entonces que era una bala de finales de siglo XIX, ¿pero cómo llegó hasta allí, la pared de la iglesia de un pequeño pueblo de Guadalajara?. Sigamos con la investigación…
Según el artículo citado, esta bala era la usada por el ejército español, pues tiene 14,1 mm de diámetro. Por otro lado, estas balas sólo se usaron entre 1849 y 1880, más o menos. Por tanto, no podría haber sido en la guerra de la Independencia, que terminó en 1814. Ni la primera guerra carlista, que terminó en 1849, el año que se inventó esa bala. Ni menos aún en la Guerra Civil de 1936-39, salvo que alguien hubiera sacado el fusil del tatarabuelo.
Entonces, ¿qué guerras hubo en esa época y lugar?. Pues creo que sólo queda la tercera guerra carlista, que llegó hasta Cuenca y podría haber pasado por esa zona de Guadalajara en su camino de llegada o regreso desde el Norte. Parece que el ejército «Isabelino» comenzó a usar estas balas y eso le dió una gran ventaja, como he explicado antes.

Impactos en la pared de la iglesia
Recomiendo el ejercicio interesante, aunque un poco morboso, de dedicarse a buscar balazos en las paredes de las iglesias.

Fachada trasera de la iglesia de Mesones.
Pues esto es todo, aunque hay mucho más que se podría contar sobre armas y guerras en esta época tremenda y demasiado olvidada. Si alguien conoce algo más que pueda ayudar a complementar este pequeño estudio, se agradecería la contribución.
* Y con permiso, un poco de spam: os recomendamos el excelente casoplón rural de mis amigos:Los Cipreses de Mesones
Para saber más sobre el pueblo de Mesones: ¡tiene un libro y todo!

Y eso no es todo: Turismo de Batallas en Guadalajara, que parece gente muy pacífica, pero han estado 300 años de batallas.