RUTA CICLISTA POR PALENCIA

Relato de una aventurilla ciclista con mi amigo Jesús Peña, del 6 al 10 de junio de 2024. Dedicado al otro amigo que no pudo venir, Juan Jesús. Y a Javi y Mariajo, los anfitriones de San Martín.

Planificando con Apps…

Usamos Kommot para la planificación general. Pero a veces nos metió por caminos imposibles en la montaña o evitaba carreteras que hubieran acortado bastante. Si le pones bici de montaña te hace estas cosas, supongo que si seleccionas gravel o carretera te lleva por sitios más fáciles. GMaps es más conservadora en caminos normales, en general. Lo más fiable es buscar una ruta en wikiloc que alguien haya hecho de verdad y ver sus comentarios. Esta opción es muy trabajosa, pero puede aplicarse en tramos dudosos, como pasos por picachus.

Ruta de ida: Palencia San Martín de Hoyos

El principio de la ruta sigue el Canal de Castilla, la mayor obra de ingeniería del S. XVIII en España. Se construyó para ahorrar tiempo y costes de transporte del trigo y lana de Castilla hacia Europa por el puerto de Santander. Los presos hacían trabajos forzados, aun quedan cárceles a lo largo de la ruta.

Aunque no tuvo muchos años de servicio por los retrasos y la llegada del ferrocarril, aun hoy en día sirve para irrigación de la Tierra de Campos y la generación de electricidad y, desde luego para atraer turistas.

El paisaje del canal es de chopos, sauces, olmos y carrizales. A los lados, todas los cultivos que Jesús distingue bien: trigo, cebada, centeno…. El canal y las orillas estaban blancas del «algodón» que envuelve las semillas Muy bonito pero se hace algo monótono. El firme es de arena y piedras, a veces demasiadas piedras. Al poder circular por las dos orillas puedes elegir la más sombreada y la de mejor firme.

Hay dos centros de interpretación: en Alar del Rey y en Herrera de Pisuerga. Al final son carteles y alguna maqueta, pero merecen la pena.

El agua cayendo por las compuertas y canales hipnotiza por su cantidad y su estruendo.

Llevad bastante agua, sobre todo si hace calor. No hay fuentes en el camino, salvo que te desvíes a los pueblos.

Puente-acueducto ¿cómo te quedas?

Al llegar a la montaña, comienzan los encinares y robledales y también las cuestas. Aquí las «chispas» comienzan a amortizarse… También la navegación es más complicada y hay que mirar frecuentemente el móvil.

Entre Villela y Mave, el Kommot nos metió por el monte en caminos llenos de baches y cuestazas, una paliza. Y de Mave a Aguilar nos intentó meter por el Cañón de la Horadada eso ya fue imposible. El camino natural atraviesa una central eléctrica abandonada, pero con verja y perro. Eso sí, precioso el lugar. Al final tuvimos que ir un tramo por la carretera. La recompensa fue visitar la iglesia rupestre de Olleros y Santa María de Mave.

De Aguilar y ya con el tiempo en contra y la tormenta acechando, subimos a Menaza, nombre adecuado para la A-Menaza cumplida y nos pilló la tormentaza. Dentro de lo que cabe, tuvimos suerte de encontrar un techo e incluso un lugar para recargar la batería que estaba ya en rojo. Como teníamos prisa, seguimos en cuanto parecía que escampaba. Error, nos volvió a pillar y llegamos empapados y fríos a Mataporquera. Ya estaba atardeciendo, aun nos quedaban unos 40 min y Javi nos ofreció recogernos. No pudimos negarnos.

En Mataporquera, que debería ser mataciclistas, empapados y cansados.

Una cena caliente, amigos, ropa secam ducha y camita. Un auténtico oasis de descanso durante dos días.

Ruta de vuelta: San Martín de Hoyos a Aguilar de Campoo

Escarmentados de la epopeya de la ida y para estar más tiempo con los amigos en San Martin, cambiamos el plan inicial que era llegar a Burgos. Cambiamos los billetes, muy barato, unos 24 + 6 € del cambio.

Salimos de San Martín sobre las 17h, hasta el collado de Somahoz, pasando por Brañosera, el primer Ayuntamiento de España!. De aquí a Barruelo de Santullán fuimos por el Sendero de la Pedrosa, un bosque de robles, hayas y avellanos espectacular. Un poco extremo en alguna parte, pero posible.

Vimos varias iglesias románicas al paso, resaltamos la de Revilla de Santullán, San Conelio y San Cipriano. Parece que tallaron la portada ayer. La pena es que estaba cerrada. Para la próxima…

Los últimos kilómetros van por carril bici y cuesta abajo. No nos vino mal ese descanso y esa velocidad porque de nuevo nos habíamos complicado bastante. Llegamos a Aguilar de Campoo con el tiempo justillo para buscar «alojamiento» y cenar. A la mañana siguiente, visita en bici por Aguilar, bonita e interesante.

No sólo de bici vive el cicloturista

Esta ruta tiene muchos atractivos: esclusas y edificaciones del Canal, el dolmen de Osorno, iglesias románicas para aburrir, casas llenas de flores, un par de centros de interpretación, herrera y en especial Aguilar de Campoo, ríos para bañarse, lugares perfectos de siesta…. No cuentes solo el tiempo de la bici.

Revilla de Santullán, las arquivoltas parecen hechas con impresión 3D hace dos días.

Otros tesoritos de la ruta. Casas floridas

La organización siempre pone las típicas ovejitas para dar el toque rural

Iglesia rupestre de Olleros. Imprescindible

Aquí el Peña, inventando la cerveza con tapa de San Martín de Frómista

Un candadito viene bien para visitar las iglesias con tranquilidad

Vivacs

Es el punto de aventura extra, que también da mucha flexibilidad y añade bastante logística. Primero buscas el lugar, luego vas a cenar (y cargar baterías) y, antes de que sea de noche, vuelves para montar todo, por lo que no puede estar muy lejos. Por esa zona tampoco hay muchos sitos para cenar, asi que debes programar un poco esta parte o cenarás unas barritas. Siempre es más agradable viendo las estrellas, pero si tienes la seguridad de que no va a llover…

El primer vivac fue en Osorno, donde hay muchas opciones en parques urbanos. Pero nos despertó una ligera lluvia a las 5 a.m. (cocido perdido dije: ¡vamos al coche!) . Cuatro gotas, suficientes para tener que movernos. Afortunadamente al lado había una especie de cobertizos donde el polideportivo y dormimos bastante bien.

El segundo vivac fue tras el Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo. Nos pusimos en un soportal, pegado a la Posada y el Instituto. Un sitio estupendo, pero pasó el dueño del hotel para pedirnos amablemente (y amenazarnos veladamente) que nos fuésemos a otra parte del patio exterior. En realidad, el sitio era mejor porque estaba más resguardado del viento y se vieron las estrellas. Pero a la mañana siguiente, nos miraban alucinados los alumnos y la directora también nos recordó que eso era un Instituto y «que si íbamos a quedarnos mucho…»

Personajes del camino

Son personas puestas por la organización para animar el camino y humanizar tanta bici y variar al compañero. En la soledad de los pueblos, están encantados de conversar , hay que disfrutar con esos momentos y tenerlos en cuenta para la planificación. Destacamos algunos:

El responsable de la oficina de turismo de Herrera de Pisuerga. Un tipo concienzudo y entusiasta que te cuenta hasta donde está cada cajero, mientras lamenta la decaída de su ciudad y la ocurrencia del alcalde que tiró el castillo romano para hacer una plaza de toros que solo se llenó con Marta Sánchez. El viejo ciclista que nos quería retar a subir a no se cuál picachu. La esforzada guía del museíto de Osorno, donde lo mejor son los cuadros y los dibujos. La dulce camarera del restaurante de Osorno, que nos recomendaba sus platos preferidos. La mujer del bar de malotes que se equivocó dos veces seguidas con el cambio, algo sospechoso. La guía de la espectacular iglesia rupestre de Olleros de Pisuerga, una señora tan puesta en geología como en arquitectura y celebraciones parroquiales. El experimentado ciclista rockero, viajando sin límite de tiempo ni de peso, que perdió su sábana y volvimos para dársela. El pastor marroquí, con el corderito en brazos que nos avisaba de la lluvia que llegaba. El dueño de la nave de Menaza, donde cargamos la batería durante la tormenta y que no entendía muy bien qué hacíamos por allí….

Viajar en tren con la bici

El tren da unas posibilidades enormes para moverse por la Península, pero hay que aprender. Era mi primer viaje con bici eléctrica y también con tanta combinación de trenes. Aquí damos unos consejos útiles:

  • Es posible: lo más importante. Cogimos cercanías, regionales, media distancia y largo recorrido.
  • En cercanías, sin problemas. En media distancia y regionales, pueden ir sin embalar, pero tienes que pagar la miseria de 3 €. Ojo, hay límite de 3 bicis en cada tren (teórico, si hay espacio no dicen nada). Si no tienes billete del tren pueden pedirte emablarla.
  • Largo recorrido (trenes modernos y rápidos): Hay que quitarle la rueda delantera, los pedales (si fuera necesario) y meterlo en una bolsa, lo haces tú mismo en el andén. Se dejan en un espacio determinado del vagón donde está la máquina de comidas. Caben unas 3 bicis. NO hay que pagar nada.
  • Fíjate bien de qué estación sale (y llega) de Madrid. Si sale de P. Pío y vives en el Norte, mejor cogerlo en Villalba, yendo en cercanías.

Pese a la comodidad del tren, estos fueron los momentos más estresantes del viaje: en Paco de Lucía no correspondía la información de los carteles con el tren y ni siquiera la gente que estaba sabía bien dónde iba!. Así que perdimos un tren de cercanías a Villalba y casi perdemos el de Palencia.

A la vuelta, nos cambiaron de tren y tuvimos ¡5 minutos para embalar las bicis!

12 opiniones en “RUTA CICLISTA POR PALENCIA”

  1. La verdad es que me dais bastante envidia. Yo soy de bici de montaña que aprovecha que sueña con ir por carreteras y pistas de ña España Vacía. Las sendas, veredas y senderos las rehuiria. Pero ahora mismo son sólo sueños e imaginación.
    Enhorabuena valientes que vosotros si sois capaces de hacerlos realidad.
    Un fuerte abrazo a los dos de Jacobo.

    1. Gracias Jacobo, no nos quedan muchos años para estas cosas, así que anímate. Por dinero no será y menos por rutas disponibles, desde luego. Un abrazo!

  2. La verdad es que me dais bastante envidia. Yo soy de bici de montaña que sueña con aprovechar carreteras y pistas de la España Vacía. Las sendas, veredas y senderos las rehuiría.
    Pero ahora mismo son sólo sueños e imaginación.
    Enhorabuena valientes porque vosotros sois capaces de hacerlos realidad.
    Un fuerte abrazo a los dos de Jacobo.

  3. Enhorabuena valientes por hacer realidad vuestros proyectos. En mi caso no pasan de ensoñaciones o sueños de itinerarios por carreteras secundarias y pistas por la España Vacía, cada vez que paso en automóvil por alguna de sus comarcas. Soy de bici de montaña, clásica, o antigua, al que no le gustan, sendas ni veredas. Esas las dejó para el andar.
    Lo dicho mi enhorabuena a los dos, cargada de envidia ¿Sana?.
    Un fuerte abrazo de Jacobo

  4. Jose. Como de costumbre, estupenda crónica. Destacando lo importante y sobre todo dando consejos prácticos a los que se animen a seguir las mismas huellas.
    Es una zona en la que nunca agotas las cosas que ver y con las que aprender infinidad de cosas que quizás hayamos obviado en nuestra -por lo general- vida urbana.
    Destacar la experiencia del contacto humano en el camino es otro valor, no pequeño de tus relatos.
    Siempre es un gustazo volver por allí, físicamente o virtualmente gracias a reportajes como este.
    ¿A dónde el siguiente?
    Un abrazo y gracias por compartir.
    lagartoastuto

    PD: Barruelo de Satullan es el pueblo del padre de Miguel Ángel

    1. Qué buenos tus comentarios, como siempre.
      Sí, el contacto humano cada vez me parece lo mejor.
      Por cierto, que estar en Cantabria siempre me trae recuerdos del campamento de Entrambasaguas de la lomba, Fontibre… y de aquella excursión en la que nos perdimos y tal vez sirvió para encontrarnos más.
      Qué casualidad lo de Barruelo de Santullán! El mundo es un barruelo, je.
      Siguiente, no sé, pero lo habrá… si te animas…?

      Un abrazo

  5. Qué viajazo y qué buen recuerdo!! Da gusto leer tu capacidad para apreciar cada detalle del camino. Hay que aprender a observar la vida como tú lo haces.
    Sois unos valientes ☀️

    1. Hola Carmen, veo ahora tu comentario, je. Pero bueno, creo que ya hablamos.
      Espero hacer muchas aventurillas contigo y con David. Un abrazito!

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