Viaje a Colombia 2017, el año de la oportunidad para la paz.

«Haz todos los días algo que te dé miedo». Eleanor Roosvelt

Viajar a Colombia da miedo. Casi todas las noticias que llegan a Europa  son de violencia. Pero este año es diferente: las FARC dejan las armas, el ELN está en tregua, los paramilitares están desmovilizados y Escobar bajo tierra.

Pese a que no faltan problemas de «bancris» (bandas criminales, ex paramiltares y ex guerrilleros), narcos y algún grupillo revolucionario recalcitrante, la mejora de la seguridad es indiscutible. Este es el momento de viajar al país.

Guerra de independencia, guerras civiles del XIX, revoluciones del XX, narcos… Colombia ha disfrutado poco de la Paz y ha arruinado su enorme riqueza.

Este reportaje resume demasiado las tres semanas de viaje a un país con una variedad cultural y social enorme, el doble de grande de España y el segundo más biodiverso del Planeta. Insuficiente para conocerlo bien, pero de sobra para admirarlo.

Ruta del viaje

Aquí tienes un pequeño vídeo de cinco minutos con imágenes del viaje: https://youtu.be/nseE-lpwznI

El dilema de la Paz 

El referéndum sobre el primer acuerdo con las FARC fue rechazado. Los más religiosos alegaron que «sólo Dios trae la paz». Los partidarios de Uribe querían revancha. Parte de las víctimas necesitaban más tiempo y compensación. Pero la Paz avanza ya imparable, espero que por siempre.

 Tantos años de violencia serán difíciles de cambiar.

Una vez conseguida la paz, las nuevas reivindicaciones sociales emergen.

Adiós a las armas. La desmovilización de guerrilla, paramilitares y soldados es un reto enorme para el país.

Bogotá

Una ciudad caótica de catorce* millones de personas. Hay que visitarla para entender mejor el país y visitar algunos lugares que valen la pena en sí mismos.

*Mi amiga Irene (la conoceréis más adelante) corrigió el dato de 9 a 14 millones: «Solo en Ciudad Bolívar habitan mas de cuatro millones de personas, dentro de las cuales por ejemplo se encuentran mas de  1000 indígenas Embera Catios de RISARALDA, los Guaunana y otros Embera provenientes del Choco, que en sus practicas culturales no registran nacimientos de niños y niñas….»

Por las calles de Bogotá

Museo Botero, belleza y denuncia social desde la estética del volumen (que no gordos).

De día se puede pasear con toda tranquilidad por el centro turístico. Museos, tiendas de calle, música, restaurantes…

En este lugar fue asesinado -con participación de la CIA- Jorge Gaitán, dirigente muy popular de izquierdas. La onda de la violencia generada duró décadas y destruyó la ciudad.


Bolívar, el libertador en su Plaza. Miles de monumentos camuflan su fracaso y su triste fin. Se recomienda leer «El general en su laberinto» de García Márquez.

Los «desechables»: personas sin hogar, drogodependientes, desplazados por el conflicto,… recorren la ciudad con sus bolsas de latas.

«Graffities» parte inevitable y atractiva del paisaje de la ciudad.

Esplendor de la colonia en el museo Botero.

Ajedrez en las calles.

 

Biblioteca del Fondo de Cultura Económica. El nivel educativo y cultural debe ser de los más altos de América.

Museo arqueológico. Muy anticuado, pero con algunas cerámicas muy interesantes. Sólo el propio edificio colonial vale la pena.

Patio del museo arqueológico, podría estar en cualquier ciudad de España.

Museo del oro

El mejor del mundo. Una riqueza abrumadora en un museo moderno y didáctico, buena forma de comenzar la vista.

 

Sito

Cerca de Bogotá, en Suesca, viven Irene Pachón y sus hijas. Su proyecto vital es » Sito», el personaje principal de una colección de muñecos dotados de personalidad y ternura.

Irene es una persona libre, polifacética, de otro mundo. Una bruja buena, socióloga, chamana, artista, escritora, humanista, diseñadora, luchadora por la paz, madre, cocinera, empresaria. Su personalidad se expande a través de sus amigos por el mundo. Puedes conocer algo de su proyecto aquí: http://amigosdesito.blogspot.com.es/

Visitamos su casa y sus hijas en Suesca. Una lección de humanidad y coherencia contracorriente.

Villa de Leyva y alrededores

Era una ciudad de recreo en la época de la Colonia y sigue siendo un destino bastante turístico, pero sin agobios.  Si sales un poco de la zona de «guiris», encuentras la vida real y buenos precios.

Esta Villa es famosa por un concurso anual de cometas. En la imagen una niña cometa en sí misma.

La zona de Leyva fue un mar cerrado, ahora un paraíso de fósiles. Imagen de un Kronosaurio, el mejor conservado del mundo. Otro se lo llevaron los americanos «paleontólogo-ladrones…»

 Calendario de los Muiscas. Orientado según los solsticios, determinaban el calendario anual. Junto a él, otras piedras mucho más antiguas esperan ser interpretadas. Todo el lugar es una zona de enterramientos y ceremonias de fertilidad.

 Monumentos fálicos de fertilidad (se ponían al revés…)

Casa de terracota. Una casa estilo Gaudí cocida metro a metro. Impresionante, preciosa.

 

Ráquira

Si te gusta comprar artesanía y las casas de colores, no dejes de visitar el lugar. Pero con unas pocas horas bastarán.

Cascadas cerca de ráquira, pocos turistas conocen este paraíso. El presidente del Club Internacional de Bañistas extremos haciendo una demostración.

Minas de Nemocón

Explotadas superficialmente por los muiscas desde hace siglos. Humboldt enseñó a los españoles a excavar galerías y obtener miles de toneladas de sal. Vale la pena la visita.

Chuy Gómez, trabajador sobrehumano que cargó una enorme roca de sal por el país para denunciar la explotación humana en las minas.

 

Taganga y el Parque Nacional Tayrona.

Costa del Caribe, playas, buceo, bosque tropical y también turistas y calor. Empieza a dispararse el turismo, pero aun se encuentran espacios solitarios bien conservados, pueblos de pescadores y comederos auténticos.

Prácticas de riesgo…

Ejemplo de ascensor social por el turismo: la hija de este panadero estudia en Suiza. Los Arawaks siguen habitando el parque. Son los únicos autorizados a vivir en el Parque. Mantienen su cultura, sus lugares sagrados y se aprovechan del turismo para ingresos extra.

   Taganga, mitad pescadores, mitad guiris.

Sueño cumplido

     Durmiendo en el PN Tayrona. Por una noche, valen las hamacas.

 Las playas desiertas del parque son muy peligrosas. Las seguras tienen bastantes visitas.

Gallinazo tomando el sol, muy moreno.

Otra práctica de riesgo, pero controlado. Recogida de cocos.

Rana dentrobates. El 10% de todos los anfibios del Planeta vive en Colombia. Árboles gigantes se pierden en el cielo.

«El pueblito» y el camino de piedras que une pueblos y lugares sagrados. Hora y media de subida agotadora preservan esta maravilla de la masa de turismo de playa.

Objetos modernos en la edad de piedra

 

Cartagena de Indias y alrededores.

Ciudad enriquecida durante la colonia por el comercio de esclavos y oro. Saqueada siete veces por los piratas y casi olvidada. Ahora es el lugar más turístico de Colombia. Patrimonio de la Humanidad, la visita es inevitable. El turismo fue inesperadamente soportable, tal vez por fin de temporada, o por su belleza.

Casa donde vivió Francis Drake. Pirata o «Sir», según quién se lleve el botín. Los estroperoles y aldabas de la puerta determinan la riqueza y profesión del dueño. Militares: león; clero, mano; marinos, mitos del mar.

Árbol gigante en el patio de la casa de la inquisición.

Inevitable Bolívar. Cartagena le dió la gloria y…  disgustos.



 Preparando los puestos mientras los guiris duermen (menos uno)

 

 

 Casa de la inquisición.

Blas de Lezo, personaje olvidado y luego mitificado por la derrota de la enorme flota inglesa. Otros héroes de esa batalla fueron olvidados.

 

 

       Masonería 

Rapaz urbanita Albada de sirena, casa de marino.

Teatro Mejías. Emblema de la vida cultural y social de la ciudad. Por un golpe de suerte disfrutamos gratis de la función.    Fortaleza de San Felipe, la mayor construcción de la Colonia. A partir de ella, se acabaron las tonterías con los piratas y los ingleses.

Pescador artesano en la contaminada laguna que bordea la ciudad.

Barrio de «Getsemaní» (el alejado, como en la Biblia), más auténtico y popular, pero ya medio comprado por hosteleros europeos.

   Corte de pelo en la calle.  La catedral sobresale por los tejados, un tanto pastelona.

Popayán

La «ciudad blanca», derruida por un terremoto en los ochenta y reconstruida fielmente. Aunque tiene una visita, el viaje sólo se justifica como base para San Agustín y el PNN Puracé

Creyente y practicante.

Empujadores de carros, toda una profesión.

Colombia tiene tradición de mujeres fuertes y luchadoras. Dicen que el país es un matriarcado, pero el machismo latino no deja de estar presente.

 


 

«Frailejones» vegetación endémica de los páramos de Latinoamérica.

San Agustín

Un destino que justifica un viaje a Colombia. Un clima excelente, una presión de turismo escasa, pero con mucha oferta. Y sobre todo una riqueza arqueológica y natural.

 

Cañón del río Magdalena

  Buganvillas y otras flores dan color a las casas.

 Casona colonial junto a una parte de los parque de estatuas.

Camino ceremonial. Las piedras suenan según se pisan, para detectar enemigos.

Fuente sagrada, parece que era un paritorio ritual y lugar de sanación de chamanes. 23 animales esculpidos. Algo único en toda América del Sur.

    En el país del café, varias formas de disfrutarlo.

Parque arqueológico de San Agustín

Con figuras de los siglos I a IX, y enterramientos hasta 6000 años atrás. Un sitio sagrado por generaciones y culturas. Cientos de estatuas de diseños diferentes en un escenario natural de selva de altura. Imprescindible.

 Chamán

Dólmenes en San Agustín. Megalitos con significados mágicos, sociales, de fertilidad, poder…

Estrechamiento del río Magdalena. 30 metros reducidos a dos.

  

Notas de cultura popular

Cultura popular e histórica: La «pola» es la forma popular de llamar a la cerveza. Viene de la marca usada por Bavaria en 1910 para introducir la bebida en el país, aprovechando el nombre de la heroína de la independencia Policarpia Salvatierra. Pero este marketing resultó insuficiente para desplazar a la chicha de maíz, así que «consiguieron» que el gobierno prohibiera su bebida en competencia. Hoy, la chicha se ha recuperado como patrimonio inmaterial, pero ya no es lo que fue.

Ojo de Horus en la amura de los barcos, el «udyat», una tradición de origen egipcio que ha dado bastantes vueltas para llegar hasta aquí.

 

 

 

 

 

Aprendiendo bailes en Taganga. La tradición de baile y música es muy fuerte, alguna viene de los esclavos africanos.

 

Onces, viene de una contraseña de una palabra de once letras para poder salir de la catedral durante las larguísimas misas por una puerta lateral. La palabra era «aguardiente». Hoy en día es sinónimo de meriendas.

 

Billares, una afición muy popular. Por supuesto que jugamos en los antros de «malotes».

 

Esquelas por las calles y vendedor de panes. Estilo García Márquez.

Religión y patrioterismo unidos. Hasta 1995 no se separó la Iglesia del Estado.

 

Chamanes, curanderos y charlatanes. A veces es difícil distinguirlos

Las diferencias sociales son enormes, como en toda latinoamérica.

Picaresca. Mendigos-mafiosillos que te miden la presión de neumáticos golpeándola con un palo. Mejor darles propina si no quieres que la presión baje de verdad.

Huáqueros, saqueadores de tumbas. Una profesión de generaciones familiares aun muy vigente y desastrosa para la arqueología. Un taxista nos comprar ofreció un ídolo de oro.

Gastronomía contundente a buen precio: sancochos, bandeja paisas, mojarra, trucha, arroz, sudados, ajiacos….

Vendedores callejeros, toda una cultura gastronómica en Colombia.

Descanso de los mayores con sus mascotas.

 Juega la selección, el país se paraliza.

 Casas atractivas, de colores exagerados para que gusten a los turistas.

Planta de café. Una fuente de ingresos enorme que genera un problema ecológico por la desforestación.

 

Parque Nacional de Puracé.

Es un parque habitado, propiedad de una comunidad indígena que lo gestiona.

 

Minas de azufre en el propio parque. Una explotación de gestión indígena, hora obsoleta y siempre peligrosa.

  Las condiciones de trabajo en la mina a más de 3000 metros son terribles.

Cascadas en el parque. La inmensa mayoría está sin explotar turísticamente.

Cóndor. Reintroducido con ejemplares de California después de ser extinguido por la caza  hace setenta años.

 Cóndor macho. PNN Puracé

Salento, Filandia y  Valle del Cocora

 

Finca en el valle del Cocora. Un sueño.

Salento

Mejor que no te pille la noche esperando el bus en la carretera…

Valle del Cocora

Palmas de cera, más de 60 metros de alto, endémicas del valle del Cocora.

Vía de tren abandonada cerca de Salento. Una rutilla para hacer un poco el indiana.

 

 

Naturaleza

El segundo país más biodiverso del mundo, 10% de la flora y fauna del planeta. La guerra y el narco han impedido su acceso y favorecido sin querer su conservación.

This photo is taken by AllWinner’s v3-sdv
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Colombia es el primer país en orquídeas, con 3500 variedades. Su flor nacional.

Guardabarranco (Momotus momota).

Si buceas, este país es, de nuevo,  un paraíso. (This photo is taken by AllWinner’s v3-sdv )

 

 

 

       Colibrí en paro

 Tucán, Valle del Cocora

Cascada Santa Rita, Salento.

Salto Martiño en San Agustín

   
 


 

Bocadillo de saltamontes

 

 

Libeluleando

Lo que pasa cuando te equivocas de camuflaje

 Bromelias

    Aventurillas

Aquí, la naturaleza te observa a tí.

Colbrí

 

 ¿Encuentras las mariposa?

Carpintero

Ardilla