La segunda, tercera, cuarta vez que viajas a un lugar, lo entiendes mejor, aunque te sorprende menos. Pierdes miedo a fotografiar o precisamente no quieres hacerlo.
Palestina es una realidad muy compleja de entender para el extranjero de paso. Espero que este segundo reportaje contribuya a que mis apreciados lectores (uno o ninguno, je), conozcan mejor este sufrido País sin Estado y apoyen su justa lucha por existir.
Este pequeño reportaje muestra algunos proyectos de Acción contra el Hambre, para aportar algo de esperanza y para que veáis que voy de verdad a trabajar.
Algunas referencias para implicarse más:
hay cientos de libros sobre Palestina, por ejemplo este:
Los palestinos olvidados: Historia de los palestinos de Israel
https://bdsmovement.net/
Proyectos de Acción Contra el Hambre (AAH).
Esta organización está realizando un trabajo excepcional, con un equipo implicado que trabaja en condiciones difíciles. Para saber más de AAH en Palestina:
https://www.accioncontraelhambre.org/es/territorio-palestino-ocupado
En el control de pasaportes se sorprenden o les fastidia que diga que voy a trabajar para una organización de ayuda humanitaria. Tal vez no saben que casi el 50% de la población de Palestina depende en alguna medida de esta ayuda. En Gaza es el 80%.
Proyecto en la comunidad de Um Al Khair
Esta es la Palestina más pobre, el desierto, los beduinos. Un pueblo que vive en Palestina y en muchos países más. Tienen muchos componentes culturales propios y también su relación con Israel es diferente. Aunque han sufrido expulsión de sus tierras, algunos son parte del ejército de ocupación.
La palestina rural se resiente por el peso de la tradición y, sobre todo, de la ocupación.
Entrevista con el sheik, el alcalde de la comunidad. Su Al Kafiya roja indica vínculo con Jordania, aunque para los beduínos no hay fronteras. Con su túnica y sus pies descalzos me dio una lección de sabiduría. En la foto también está Haya, la técnico de Acción contra el Hambre.
Cultivo en zona desértica. El cambio climático afecta especialmente a estos lugares al límite.
Entrevistando a cooperativista, mientras una niña nos mira curiosa desde la esquina. Haya y Fouad, técnicos de Acción Contra el Hambre.
Esta es la «niña de la esquina».
Ganadería en el desierto. Los niños cuidan el rebaño. En teoría el trabajo infantil es del 5% en Palestina, pero la realidad es muchísimo mayor, sólo hay que mirar alrededor.
Discapacidad
Las tasas de discapacidad son más altas de lo normal, por las guerras y por la pobreza, que evita prevención y atención adecuada.
Colegio para niños sordos.
Cartel promoviendo la integración. Una imagen idílica que no corresponde con la realidad. Faltan muchos colegios especiales y adaptar los edificios y las mentalidades para la integración.
Micky y Bob Esponja no entienden de conflictos ni discriminaciones.
Las niñas juegan alegres en el pedregal. Dentro de poco, un futuro de pobreza, discriminación, poliginia (me corrige mi amigo Josete) y aislamiento les quitará la sonrisa. La palabra «men» parece acechar en las puertas que les serán cerradas.
Mujeres y niñas volviendo de la fuente. Desde la Edad Media, sólo ha cambiado la cerámica por el plástico.
En este lugar ¡Insallah! se creará un depósito y un campo de cultivo de semillas de cebada y tomillo. Con los beneficios ayudarán a las personas más pobres de la comunidad y a las mujeres a crear huertos familiares.
El depósito en construcción
¡El depósito con agua!
Auténtica caravana. Los camellos han perdido su función y sólo se mantienen por nostalgia.
Proyecto en la comunidad de Beni Naem
Al fondo del valle se está construyendo un pequeño embalse, para irrigar los invernaderos de pepinos y uvas. Con los beneficios, se ampliará la producción y se crearán pequeños negocios para personas con discapacidad.
Proyecto de Supermercado en zona H2 de Hebrón.
Zona H2. Detrás de la alambrada, la colonia. Situada en mitad de la ciudad vieja, ha arruinado su entorno, al limitar su circulación y evitar la presencia de la Autoridad Palestina.
La asociación Al Mahawer es la única que proporciona servicios en la zona. Genera empleo y provee salud, trabajos a las mujeres y educación a los niños. Un excelente ejemplo de «empresa social».
Centro de mujeres: encuentro, deporte, atención infantil…
Local donde se abrirá un supermercado para atender a la gente más pobre del barrio.
¡El supermercado ya en marcha!
Hebrón
Es la ciudad más grande de Palesina. Un caos de coches. más de 800.000 habitantes sin parques y casi sin aceras.
Amanece en Hebrón
Los ingleses no colonizaron muy bien….
El Sol se pone en Hebrón. Las mezquitas se hacen ver (des).
Palacetes de la época del Imperio Turco que se desmoronan. No podrían haber imaginado que los 400 años de su presencia aquí terminarían algún día. La historia no se para, más le valdría a Israel buscar una Paz Justa.
A falta de parques, los niños juegan en descampados
La hija trae la compra al pequeño restaurante familiar.
Hebrón es de las ciudades más antiguas del mundo, podría ser un destino turístico muy interesante. Pero la ocupación limita casi todas las posibilidades.
Acceso a la parte israelí. Una cicatriz en mitad da la ciudad vieja.
Los malos vecinos de arriba. Un techo de metal para protegerse de las piedras que los colonos israelitas lanzan sobre las tiendas.
Observadores internacionales controlan el respeto de los acuerdos.
500 soldados protegen a los colonos, uno para cada uno. ¿Atrapados en su propio laberinto?
Un herrero forja puntas para pinchos morunos en su taller mecánico.
Hebrón, tumba de santón. Esta ciudad fue un importante centro Sufí, la rama más espiritual y tolerante del Islam.
Niñas en las ventanas de la ciudad vieja. sonríen y saludan al único turista que pasa.
Colegio Palestino en el límite de la zona ocupada por la colonia. Resistencia .
Soldado en la zona ocupada.
Las cicatrices tremendas de la división
Un grupo de jóvenes israelitas celebra feliz el Sabbath debajo de la mezquita-sinagoga de la tumba de Abraham.
La Paz da la espalda a esta tierra.
Algo más de Jerusalén
El descerebrado y matón Trump ha vuelto a sacar el tema. Solucionar el reparto de la ciudad es condición imprescindible para un acuerdo. Pero los iluminados consideran que Dios sólo se la dió a ellos.
Jerusalén, estación de autobuses. Esta es la realidad controvertida de la ciudad: una persona sin hogar árabe-israelí, una mesa de propaganda ultraortodoxos y un cantante romántico.
Abajo, restos de un pueblo árabe expulsado, cientos de pueblos fueron abandonados en el 48 y el 67. NO se permite el retorno de los refugiados, pese a las resoluciones de la ONU. Arriba, las colonias israelíes van ocupando ilegalmente sin cesar. Hechos consumados, ¿se marcharán voluntariamente esos cientos de miles de personas? No creo.
La lucha contra la ocupación
Yo considero la ocupación un acto de terrorismo, racismo y discriminación religiosa por parte del Estado de Israel. No tiene otro nombre quitar el derecho a vivir en su tierra a los que habitaban desde generaciones en ella y, en cambio, admitir como ciudadano a cualquiera que se considere judío por nacimiento o cultura, sea creyente o no. Las resoluciones de la ONU, entre otros organismos internacionales, condenan este abuso y el uso de fuerza desproporcionada e ilegal en muchos casos.
Un niño instala una bandera en su casa. La tercera generación va perdiendo las referencias de las guerras.
Campañas de BDS (doicot y desinversiones) sólo consiguen irritar al Estado de Israel, pero sin un impacto real. Sólo alguna limitación de la UE sobre productos de las colonias ha tenido algún efecto.
La lucha institucionalizada. La segunda intifada fue una fracaso. Pero la Autoridad Palestina mantiene como puede la ilusión de la lucha.
El mapa de la antigua Palestina unida como fondo del sueño de recuperar la tierra.
El derecho de los refugiados se va desdibujando…
La represión de Israel es tremenda, prácticamente todas las familias tienen o han tenido a alguien en la cárcel. Creo que esto ha hundido la capacidad de resistencia.
La desesperación empuja a algunos jóvenes al terrorismo, que sólo empeora la situación y se ceba en los inocentes. No todas las acciones de resistencia armada son terrorismo, hay una clara diferencia en la intención y los métodos.
Palestina no termina de amanecer. La diabólica estrategia de dilación y hechos consumados de Israel está destruyendo la esperanza.
Una pintada recuerda los 50 años de ocupación, en el muro defensivo de un puesto de vigilancia de un campo de refugiados.
Pintada en campo de refugiados. la figura de Yaser Arafat se desdibuja en su fracaso.
Puesto de control israelí. Las manchas de pintura es poco más delo que pueden los palestinos contra el poder militar.
Puesto de control del lado árabe para acceso a la mezquita-sinagoga. Humillación cotidiana.
Vendedor de zumo de granada y zanahorias. Mercado viejo.
Antigua casa otomana. El señor me la enseñó con enorme orgullo.
Versión acuarela
Las dos caras de Palestina, amargura y esperanza.
Símbolos en los dinteles. Si alguien sabe su significado que me lo diga.
NIños juegan y trabajan, vendiendo comida en la calle
Mambre. Lugar bíblico, lleno de historia milenaria. ningún turista.
Belén, ¿la ciudad de La Paz?
Sorprendentemente, la resistencia a la ocupación es más patente en Belén que en Hebrón. Tal vez por ser más visitada por el turismo.
Iglesia Siria cristiana de Belén. Su presencia aquí es de siglos.
Entrada al supuesto lugar del nacimiento de Jesús. Peregrinos y turistas de todo el mundo se apretujan para hacerse el selfie delante de la estrella. No es una imagen muy edificante.
Cada rama del cristianismo quiere tener aquí su pedacito.
Barrio Sirio de Belén.
Belén, principios del XIX. A esto deberían parecerse los belenes
Los santos lugares siempre han sido en un reclamo turístico. El negocio que conlleva está demandando que algún mesías desaloje a los mercaderes de los templos.
Exposición de la victoria del sionismo en el aeropuerto. Unos logros admirables, una utopía cumplida para el pueblo judío. Pero construido sobre una realidad de racismo y «apartheid» para el pueblo Palestino.
Art save us from the truth. Esto ya es Tel Aviv, la cara cosmopolita y laica de Israel. La que aporta más esperanzas para una paz justa.
Las fotos que no pude o no quise hacer
El joven de sonrisa enorme, lastrado por la discapacidad, que vendía algodón dulce en su cochecito de música chillona y repetitiva.
Las tiendas vacías, los restaurantes mínimos en los que soy el único cliente. El vendedor que me enseña el género con esperanza y al que no compro. El tendero que recoge su género al caer la noche, la calle ya vacía y la tienda que sigue llena.
Los niños beduinos de Al- Kahir, descalzos en su pedregal y cargando agua en el burrito. Es el “área C”, donde Israel prohíbe las infraestructuras para forzar el abandono de tierras.
La mujer del autobus a Jerusalén, que me guió hasta Bein Hanina e incluso me pagó el billete. El cocinero tímido del Abu Mazen, que me prepara tortillas de verdura sin pedirlas y me trae pastelitos cuando trabajo de noche en el hotel. El dueño del comedero Tabriz, que se esfuerza en decirme “grracsias” y se ilusiona cuando aprendo algo en árabe. Y lo feliz que queda cuando le felicito por su sopa de carne y tomate.
El joven de pié en su puesto de verduras, apurando la noche fría en espera de la venta que no llega. Los “Bob Esponja” junto a la bandera Palestina en las guarderías. El niño que intenta recordar algo de inglés para recomendarme las mejores pasas en el puesto de frutos secos de su familia. Y el otro aburrido en la tienda de pan. Y el que limpia las ventanas desde una escalera. Y el que trae la compra al restaurante. Y el que…
Los palacetes, tiendas y calles abandonadas en Hebrón.
Los taxistas en sus jornadas interminables, el que me dice el precio en five, five, five (por quince), el que me cobra la cantidad ridícula como a un local y también el que considera que debo pagar más por extranjero.
El anciano empujando su carro por mitad de la calle.
Las jóvenes que no pueden dejar de serlo: con “hiyab”, maquillaje y selfies. Las que quieren ir a Ramallah, buscando una mentalidad más abierta. Las mujeres cargadas de niños, las que preparan a mano sus dulces en el horno comunitario de la asociación Al Mahaber.
La desesperación por la falta de lluvia y la ilusión por el proyecto del depósito de agua y los invernaderos.
El triste canto del muecín a las dos de la madrugada. El joven que me intenta salvar de mi ateísmo con vídeos de predicadores islámicos.
El aspecto destartalado e inacabado de casi todo. Las macetas solitarias con flores de plástico.
Mi amigo Fouad, quien se pone su Al Kafiya blanca y negra, al ver que yo la llevo. Los mapas bordados de Palestina, con la situación antes de la Nakba ( desastre) del 48. Las pintadas desdibujadas de luchas perdidas en la pared del campo de refugiados.
Es la ternura hacia los vencidos, hacia los que pagan injustamente los crímenes realizados por otros con el pueblo judío.
It’s going to be ending of mine day, however before finish I am reading this wonderful post to improve
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